Una chica años veinte

UNA CHICA AÑOS VEINTE - SOPHIE KINSELLA

Fresca, divertida, una novela perfecta para el verano. Muchas veces predecible, pero con ese rollito de Sophie Kinsella que nos hace sacar una sonrisa cada dos páginas.

SINOPSIS

No hace falta ser un lince para darse cuenta de que Lara Lington no atraviesa un buen momento: su novio le ha dado esquinazo, su mejor amiga se ha largado a Goa y la empresa de cazatalentos que ha montado con ella se va al garete. Ya es hora de que algo le salga bien. Pues no. En plena tormenta existencial, aparece nada menos que el fantasma de su tía abuela Sadie, recientemente fallecida a la edad de 105 años. Con el aspecto y la marcha de una joven de los años veinte, Sadie la apremia para que recupere un misterioso collar desaparecido en extrañas circunstancias, sin el cual nunca podrá disfrutar en paz de su eterno descanso. Y aunque Lara intenta tomárselo con calma, la impulsiva Sadie la empujará a través de un alucinante y laberíntico enredo en el que se verán envueltos personajes como su repelente prima Diamanté, un estirado ejecutivo norteamericano y hasta la misma policía, que se pondrá a husmear ante la sospecha de un improbable asesinato. Así, a lo largo de este hilarante laberinto, Lara acabará convencida de que, si cuentas con la ayuda de un fantasma, al final las cosas siempre se arreglan. 

Lara es un personaje que evoluciona a lo largo de la novela, que esta perdida pero uno de sus antepasados en forma de fantasma se le aparecerá con un propósito, y nos volverá locas a todas. Desde conseguir un objeto hasta llegar a un hombre, pasando por locuras y aventurandose a su pasado y a su negocio que se derrumba sin saber como manejarlo, con una familia independiente y loca de remate.

Aunque la verdadera estrella del libro, es nuestro fantasma ‘ Sadie’ una chica rebelde de 23 años de armas tomar, su tía abuela, la cual le recordará que en el mundo también existe la diversión y que la preocupación es algo que inventamos para no aprender y ver en realidad lo fácil que es todo. Hay que vivir y bailar el Charleston sin parar, buscar hombres a los que conquistar y darle de comer al ganso sin preocuparse. Pero detrás de Sadie, hay una historia realmente fascinante y siendo sincera es lo único que vale la pena del libro, ir descubriendola.

No es la mejor novela de la autora, pero es un libro para sonreir, para preocuparse con Lara, para enloquecer con Sadie y como no, para enamorarse (el amor se descubre poco a poco, gracias Kinsella por enseñarnos que el amor no surje, sino que va naciendo desde la persona que menos te esperas). 

Evaluación: 3,5/5